El amor crea familias, la unidad crea amistades, la libertad crea comunidades y el diálogo crea desarrollo.
Las elecciones actuales que importan, junto con las democráticas, son las personales diarias. No hay sostenibilidad posible para cada uno de nosotros si no dejamos de pensar que el mecanismo de la competencia electoral es el único medio para generar el bien público (1).
Cuando vivimos una situación de "sálvese quien pueda", el estado de bienestar del siglo xx queda, en blanco y negro, claramente, como un invento político anticuado: resulta poco útil en estos tiempos en los que más bien ha sido la tecnología social de mercado la que ha venido a salvar a la clase media.
Y lo más importante: han sido las plataformas tecnológicas las que han permitido que pueda seguir trabajando la humanidad. Plataformas y trabajadores del mundo: Unidos! (*)
Democracia Real
La competencia por los recursos comunes comienza a ser reemplazada por redes cooperativas que buscan generar bienestar para los amigos y familiares.
El diálogo de la compra y venta diaria, del comercio virtual y la inversión micro, a través de compras de acciones y productos en pequeñas cantidades, sobre una base de voluntad es el nuevo normal en tiempos de pandemia (2).
El nuevo normal requiere un estado que retroceda, una clase política que libere y un marco legal y tributario que permita el flujo circular de la renta como mecanismo distributivo potente, libre, voluntario e igualitario.
Invertir los excedentes locales y nacionales para crear un ingreso único y universal, de transferencia monetaria es parte del nuevo normal en varios países del mundo actual.
Menos Estado y Más Igualdad
La diversidad en los tributos va quedando rezagada frente a la potencia de un impuesto único a la renta, cobrable por transacción, y distribuible sin focalización, como un derecho universal que rompe el debate liberalidad vs igualdad.
El que más renta produzca será el que más tribute
En equilibrio, los capitales viejos podrán reinvertirse con libertad, al estar protegidos en su movilidad. Si se gana, se distribuye, si se tiene, se mantiene, si no se tiene, se recibe, si no se produce, no se gana, pero tampoco se pierde. La justicia distributiva dejará atrás la lucha de clases (3).
El mecanismo distributivo está teniendo ya, en varios países tecnológicamente avanzados, una capacidad disruptiva en lo institucional, lo social, lo económico, lo cultural, lo ambiental y lo político (**).
El nuevo normal ya está presente, para financiar y facilitar la tarea productiva y competitiva de los todos los hogares en sus emprendimientos (4) .
fuente: INACAP
Es por ello que las viejas discusiones de izquierda vs derecha van quedando atrás en términos de orientaciones políticas, y lo que importa es la libertad, la productividad que viene de la mano de la tecnología, en lo privado y social, y por supuesto, el dejar hacer al mercado y no dejar hacer a los políticos, sino solo aquello que vaya de la mano del diálogo, la libertad, las comunidades, y las verdades.
no dejar hacer a los políticos, sino solo aquello que vaya de la mano del diálogo, la libertad, las comunidades, y las verdades.
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