PARA VOTAR BIEN EL 16 DE MAYO
Compartimos el siguiente artículo publicado en 2008 en Quito en la Revista de la Corte Interamericana de Derechos Humanos: https://www.corteidh.or.cr/tablas/r23829.pdf Aquí el texto íntegro de la última página del artículo (Salgado, 2008): "2008] Revista IIDH 223 Pero, el proceso constituyente no puede tener elementos contradictorios. No resulta lógico que la Asamblea inicie sus labores dictando leyes, por importantes que éstas sean, y, menos que el titular del Ejecutivo (órgano constituido) pretenda ser colegislador. De esta manera, la Constituyente ha dejado para la etapa final la tarea principal y propia de su naturaleza. Por otro lado, también resulta criticable que la Asamblea Constituyente (y “de plenos poderes”) responda a las directrices del Primer Mandatario; como se ha dicho, que mantenga unido su cordón umbilical a la Presidencia de la República. d) Realidades detrás del proceso constituyente ecuatoriano Luego de transcurrido más de un año de gobierno, queda claro que el Presidente persigue una acumulación de poder, para ello cuenta con su liderazgo y una capacidad –nada común– para mantener un clima electoral de constante confrontación política. Esta situación converge hacia lo que la doctrina conoce como cesarismo empírico o bonapartismo. Desde la perspectiva constitucional tendremos un presidencialismo exacerbado y en la práctica, un sistema de gobierno autoritario de impredecibles consecuencias. En cuanto a lo que sucederá en los próximos años, el mismo Presidente se ha encargado de hacer conocer que 2008 será un año de mayor confrontación política, pues está de por medio el referéndum para la aprobación de la Constitución y luego –en el 2009– las elecciones: la presidencial (donde el mismo Correa intervendrá) y la de legisladores. Además, asegura el Presidente, que como la Constituyente pondrá en marcha importantes cambios se producirán conflictos con los grupos de poder opuestos a tales transformaciones; será la vieja “partidocracia” que intentará frenar el nuevo proyecto social. Sin embargo, la estrategia presidencial de mantener al país en una permanente campaña de tipo electoral trae la incertidumbre política –una confrontación estéril– que propicia y ahonda la inestabilidad que caracteriza al país. Es tiempo de trabajar por la unidad nacional y hacer realidad el cambio en democracia. Quito, marzo de 2008"