LA VICEPRESIDENCIA
Sucede... Cuando falta un presidente, debe haber quien pueda hacerse cargo. Ahora bien: la teoría del serrucho indica que cuando falta un presidente, no debe haber quien pueda hacerle sombra. Eran otros los tiempos en los que se elegía la persona a cargo de la Vicepresidencia por méritos técnicos. Un técnico podría hacerse cargo cuando falte un presidente. Además: bajo la teoría del serrucho, cuando falte la persona política máxima, un técnico máximo jamás podría hacerle sombra política alguna. Poner a una persona política, no técnica en la materia de planificación, ni de seguridad, o de cualquier rol (en una embajada) o a cargo de algo, no es una buena idea. Quizá el frente interno deberá bajarle el perfil e intervenirle para que no ilumine; si no tiene muchas luces, será más fácil, y quizá se le coloque entonces allí para la teoría del pan silente: "a buen mudo, pan grande". Eran otros tiempos, definitivamente, aquellos en los que los vicepresidentes podían hacerse cargo desde lo técnico, bajo un gobierno consolidado, de lo político: recuerdo a Osvaldo Hurtado, o a Gustavo Noboa en Ecuador, en medio de crisis en los que sus presidentes no pudieron seguir. Pienso en Chile y lo que está ocurriendo, al mirar una foto de una persona que se muerde los labios y aprieta el gesto a la vez, en máxima contención vicepresidencial, sin poder encontrar el rumbo técnico, ni el político, erosionando a su gobierno, que ríe nervioso frente a una periodista que pregunta y recibe una risa nerviosa en grupo como un abuso de quien se sabe débil ya y debe atacar, bajo la teoría del buen tuntún. Está complicándose el tema en Chile: paro de camioneros, una vicepresidencia en silencio de ideas y resultados, y un gobierno que se muerde el gesto vía agresiva risa nerviosa contra el periodismo porque cae y sigue cayendo su popularidad y la de su cartilla no magna de apuestas legales supremamente desordenadas. La Vicepresidencia debería ordenar el plan, pero parece que no hay piloto ni copilotaje... Siempre es preferible dar libertad a quienes están complicados, para que puedan estar en paz y sin tener que morderse los labios para no llamar al vacío...