top of page

EL CIRUELO Y EL QUINTRAL

MUERTE EN VIDA: DE FRUTOS Y PARÁSITOS En la imagen se mira, con un color verde vivo al QUINTRAL: una planta parásita, muy presente en los Andes y en especial en el Centro y Sur de Chile. En la imagen también se observa un corte de un árbol de ciruelo, con algo de savia fresca todavía en su interior, pero podado de su tronco principal para salvar la vida del gran ciruelo, para permitirle dar su buen fruto, en este: su tiempo. El quintral, como todo parásito, siempre está teñido de verde, en cualquier temporada. Se sube y se apega a los árboles. No es fácil de distinguir, pero ahí está: agazapado en medio de las hojitas del ciruelo... De hecho, el saber mimetizarse es parte de la "campaña" del quintral, misma que una vez imitada por algún mal humano, bien podría servirle para dejarla escrita como un manual "práctico" (de sobrevivencia bajo anomia -por ser cosa de parásitos-). La ESTRATEGIA del QUINTRAL tiene 7 tácticas: Táctica 1. En el Invierno y los meses de mayor escasez de alimentos, producir frutos. Táctica 2. No dar fruto en el verano, pues los pajarones allí ingieren otros frutos verdaderos. Táctica 3: Florecer bajo las sombras en verano, mostrándose 100% cuando todo es felicidad. Táctica 4: En el otoño, cuando hay que prepararse para el invierno, ofrecer alimento gratis. Táctica 5. Avivar en invierno a los "huéspedes" voladores a costa del que duerme (ciruelo). Táctica 6. Pasado el invierno, y su agua generosa, crecer vía nuevos ramales de primavera. Táctica 7. Esperar para florecer en verano y dar alimento a los pajarones en otoño e invierno. La hoja del quintral es parecida a la hoja del ciruelo; sin embargo, "por sus frutos los conoceréis"... El parásito no puede arraigarse, ojo. Tiene que consumir la savia que produce otro al hundir sus raíces en la tierra. El que tiene raíces y ADN@+ no es el quintral, es el ciruelo, cuyas raíces le permiten dar frutos al final de la primavera. La floración del huésped no ocurrirá si no ha sido liberado del quintral. El ciruelo no podrá alegrar con sus colores en primavera, ni podrá dar fruto antes del verano si la "cizaña" del quintral lo termina aniquilando como árbol principal. Una vez extraída toda la vida del ciruelo, el quintral volará con sus flores y frutos junto a su "aviación" de pájaros que llevarán a sus semillas -en verano y otoño- para anexarlas vía excremento, para quedar pegados vía calor a las ramas de otros bosques principales que nuevamente, también, serán ahogados poco a poco... Siempre, bosque tras bosque, el quintral tendrá sus pequeñas ramas vivas, y matará las pequeñas ramas del ciruelo. Por ello, como en el deporte, las ciencias, las finanzas, los negocios, el comercio, las inversiones, la producción, la industria, la banca, la economía, la política, la jardinería, las comunicaciones o la agricultura, la salud, la educación o el arte, ningún quintral será amigo de una persona humana que quiera dar buen fruto. Toda buena persona humana que quiera dar fruto será amiga y compañera, a fondo, de quien quiera liberar a las nuevas generaciones de sus propios quintrales internos o externos: fantasmas personales o sociales. "Conozco tus obras: aparentemente vives, pero en realidad estás muerto" No hemos llegado, gracias a Dios, aún al Apocalipsis y su capítulo 3; sin embargo, debemos darnos prisa con la educación, en salud, y la prevención pues, con ello, actuaremos en el bosque humano que hoy por hoy está débil y necesitado de cuidados. La educación preventiva es nuestra forma de hacer una buena poda pacífica: para que nuestros hijos y las nuevas generaciones no sean ahogadas en su vitalidad. El ser humano tiene fundamento cuando se educa y se cuida desde pequeño, para dar frutos como un buen cerezo, no como un mal quintral. Como en la educación, en la jardinería social, hay que comprometerse. Al quintral hay que sacarlo en todo momento, en un trabajo diario que no es complicado, pero que requiere disciplina y trabajo en equipo, para no dejarse confundir por las formas y los parecidos. El trabajo es más preventivo, cortando las ramitas sin raíz, para evitar tener que cortar el tronco en la adultez. Hay que caminar a diario, evitando caer en la trampa del "verde" en el que caen las aves que buscan sombra bajo el rigor del verano. Ojo: el quintral tiene propiedades medicinales y cura enfermedades, pero puede ser adictivo. El quintral, por ello, no es un fruto que consumamos los humanos, que más bien gustamos del ciruelo. Ojo: al quintral también le gusta el ciruelo, pero de otras formas: para secarlo... Para educar el ojo, se ha dejado la hoja del quintral junto a la hoja del ciruelo en la foto superior, y se la ha colocado luego de hacer la extracción curativa "social" al "cortar" (en seco) al quintral. A este último se le puede identificar al seguir las ramificaciones de la hoja (la que está en la esquina inferior) y llegar al círculo blanco, pequeñito, que marca su casi aguja de "auto-injerto". En la foto, tomada minutos luego de podar, el circulito de arraigo del quintral estuvo auto-injertado en el otro punto blanco, más pequeñito todavía: visible justo sobre la rama extraída, esta vez sobre el tronco del ciruelo. Las hojas vivas son las hojas verdaderas del ciruelo, pero las hojas muertas son las más frondosas, las del quintral. Las del ciruelo no son tan frondosas pero podrán sobrevivir. Las más verdes ya están muertas, aunque parezcan vivas. Las más verdes están ya arrancadas (de quintral) y yacen bajo las no arrancadas, de ciruelo. Una vez liberado el ciruelo, podrá dejar atrás sus ramas muertas y tomar vida con sus ramas rejuvenecidas, para apuntar al cielo: Un ciruelo sano puede tener ramitas secas, pero lo importante es que aquellas estén libres de quintrales. Hay que permanecer atentos: todo quintral se generará un micro-espacio en el cual pueda, pegado a un árbol real, "sembrarse" a sí mismo, pseudo "arraigarse" como si fueran, literalmente, parte de los hijos mismos del árbol, y "hacerse pasar" por ramas de un tronco. Si no se limpia al ciruelo, el quintral consumirá la vitalidad y savia del huésped, y aniquilará sus ramas si no las protegemos y no las liberamos. El ciruelo es como un niño durante estas épocas, hay que cuidarlo para que pueda generar sus frutos. No es ésta una época para pensar en frutos de quintral, sino de dar cuidado a los ciruelos. Si el ciruelo no es cuidado y no se lo desmaleza, quizá solo nos quedemos con el verdor y frondosidad del quintral, y quizá con alguna que otra de sus infusiones, pero no tendremos, de ninguna forma, frutos de valor. MAS INFORMACION SOBRE EL QUINTRAL:

EL CIRUELO Y EL QUINTRAL
bottom of page