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DOLARIZACION: Borja y Montufar vs Salazar-Cordova. El debate de ECONOMIA en la PUCE en el año 2000

1-MINUTE ABSTRACT: En el año 2000, tres académicos quiteños de la PUCE —Roberto Salazar-Córdova, Diego Borja y César Montúfar— debatieron intensamente sobre la dolarización de Ecuador. Salazar-Córdova defendió la medida, argumentando que traería estabilidad económica y crecimiento a largo plazo. En cambio, Borja y Montúfar se opusieron, advirtiendo que perder la soberanía monetaria haría a Ecuador vulnerable a crisis externas y podría agravar los problemas estructurales del país. Tras más de dos décadas, los datos muestran que la pobreza ha disminuido, la desigualdad no ha aumentado, y el desempleo ha caído. Si bien no se resolvieron todos los desafíos económicos, el debate persiste en términos de cómo la dolarización ofrece hoy no solo estabilidad, sino incluso formas de resolver el desarrollo sostenible. TRES ACADEMICOS DE IZQUIERDA, CENTRO Y DERECHA EN LOS 2000: Diego Borja, César Montúfar, y Roberto Salazar-Córdova fueron compañeros académicos en el año 2000. Su pensamiento ha sido y es, respectivamente, de Izquierda, Centro y Derecha. Los dos primeros fueron luego políticos, mientras el 3ro se ha dedicado a la investigación y las inversiones públicas, privadas y comunitarias. Veamos cómo fue su debate en el año de la dolarización y qué nos dicen los datos 25 años más tarde. DOLARIZACIÓN: Borja y Montúfar vs Salazar-Córdova. El debate académico en la PUCE en el año 2000 Hace 25 años, en Enero del año 2000, Ecuador vivió un momento crítico en su historia económica. En medio de una profunda crisis financiera y política, el gobierno de Jamil Mahuad implementó la dolarización como medida para frenar la hiperinflación y estabilizar la economía. En este contexto, tres profesores de la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) —Diego Borja, César Montúfar y Roberto Salazar-Córdova— se posicionaron de manera opuesta respecto a esta medida. Los dos primeros en contra de la Dolarización, y el tercero, como uno de sus autores técnicos, como favorable a la misma. Posición de Roberto Salazar-Córdova: 1994-2024 Conforme lo han relatado a ADN@+ sus ex alumnos, Roberto F. Salazar-Córdova, economista, académico y entonces miembro del equipo de gobierno que implementó la dolarización (durante el gobierno de Mahuad), "defendió en la academia, con vehemencia la medida". "Para él, la dolarización representaba una oportunidad para estabilizar una economía en ruinas y sentar las bases de un futuro económico más sólido" han comentado a este medio algunos de sus alumnos (que luego han sido autoridades económicas y fiscales del país). Según las entrevistas hechas con motivo de las "bodas de plata de la Dolarización", Salazar-Córdova argumentaba en sus clases que "el uso del dólar eliminaría el fantasma de la hiperinflación que acechaba al país, restauraría la confianza en los mercados y permitiría al gobierno ejecutar políticas económicas coherentes en un entorno más estable". En los registros de los debates académicos de la PUCE en 2000, Salazar-Córdova, entonces profesor de Macro-Economía en la PUCE, mantenía la misma posición que había desarrollado en el Cono Sur, como antiguo profesor de la misma materia, así como profesor de Economía Internacional y de Política Económica en universidades de Chile. Según narran sus alumnos chilenos y sus colegas académicos de Chile también, en sus clases y foros en universidades chilenas, previamente a ser llamado a colaborar en Ecuador, Salazar-Córdova subrayaba que "la estabilidad del dólar como moneda de reserva mundial permitiría a su país evitar las recurrentes crisis cambiarias y la fuga de capitales". El Debate en Ecuador entre 1998 y 2000 A pesar de las críticas y los vaticinios negativos de sus colegas, tanto en Chile, como en Ecuador, Salazar-Córdova confiaba en que, a largo plazo, la dolarización abriría las puertas a una mayor inversión extranjera y al crecimiento sostenido. En sus intervenciones, defendía la adopción del dólar como un "ancla" que daría certidumbre a los agentes económicos y permitiría que el país superara la crisis de confianza que asolaba a las instituciones nacionales. Según narran para ADN@+ varios de sus colegas economistas y académicos de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en Quito, profesores de la Facultad de Economía en dichas fechas, ya en los debates ecuatorianos, Salazar-Córdova fue el único profesor de la Facultad de Economía en la PUCE que estaba técnicamente, en Enero de 2000, en favor de la medida. La Posición de Diego Borja en 2000 Diego Borja, actual candidato a Vice-Presidente de la República del Ecuador en binomio con Luisa González, de la lista RC, por su parte, tenía -como académico- una postura profundamente crítica sobre la dolarización. De hecho, en su artículo "Una vía ordenada para salir de la dolarización y no morir en el intento" (2000), Borja argumentaba que la dolarización, aunque aparentemente efectiva en el corto plazo para frenar la inflación y estabilizar la economía, traería consecuencias graves a largo plazo. Borja sostenía que Ecuador perdería su soberanía económica, al no poder contar con herramientas propias de política monetaria, como la emisión de dinero o la manipulación de tasas de interés. Además, Borja sostenía que a muy corto plazo, el país quedaría extremadamente vulnerable a las fluctuaciones de la economía de los Estados Unidos, lo que podría profundizar la desigualdad y generar una crisis económica más severa a largo plazo. Para Borja, conforme al artículo de su publicación hecha en la revista del Centro Andino de Acción Popular (CAAP, 2000), la solución "pasaba por una salida ordenada de la dolarización", que según El, permitiera recuperar la soberanía monetaria del país sin caer en un caos económico. En el debate académico de ese entonces, según narran los ex alumnos de ambos (ex-alumnos, a la vez, de Salazar-Córdova y de Borja -en ese tiempo-), este último fue un firme defensor de la necesidad de tener una economía más autónoma que pudiera responder mejor a los desafíos internos y globales, y no depender de las políticas de otro país. Posición de César Montúfar en el Año 2000 César Montúfar Mancheno (Quito, 2 de octubre de 1964) era también profesor (de Sociología en su caso) en la Facultad de Economía de la PUCE. Como tal, se posicionó en aquél entonces como parte de los académicos de izquierda y centro que eran contrarios a la Dolarización.​ Montúfar, posteriormente optó por un camino más político que catedrático en el entorno ecuatoriano, donde fue fundador y líder del Movimiento Concertación (MC), una agrupación política que fungió como su plataforma política electoral desde 2007, hasta la desaparición de MC, en 2021. Bajo dicho movimiento, fue asambleísta por la provincia de Pichincha entre 2009 y 2013. Intentó ser reelecto en las elecciones legislativas de 2017, posteriormente fue candidato a la alcaldía metropolitana de Quito en 2019 y candidato presidencial en 2021, sin lograr el favor del electorado en dichas tres ocasiones, sin volver a obtener una votación relevante. Montúfar, en 2000, también compartía la visión crítica de Borja sobre la dolarización. En su artículo "Dolarización de Cristal" (2000), Montúfar advertía que la dolarización, aunque bien intencionada, estaba basada en un espejismo de estabilidad. Montúfar utilizó la metáfora del "cristal" para describir lo frágil y vulnerable que según El, sería a muy corto plazo, el modelo dolarizado ante posibles crisis externas. En el año 2000, como el actual candidato vicepresidencial, Diego Borja, César Montúfar también consideraba que el país perdería control sobre su política monetaria y quedaría expuesto a los vaivenes de la economía global, particularmente a la política económica de Estados Unidos. En este sentido, según narran los compañeros de aulas de Salazar-Córdova, que fueron con El alumnos de Montúfar en la PUCE, y luego compañeros profesores en dicha Facultad, Montúfar se mostraba escéptico respecto a las afirmaciones de Salazar-Córdova sobre los beneficios a largo plazo de la dolarización, argumentando que los costos sociales y económicos serían mayores que los supuestos beneficios. De acuerdo con el artículo de Montúfar, también publicado por CAAP, la dolarización podría agravar los problemas estructurales de la economía ecuatoriana, como la falta de competitividad y la dependencia de los mercados internacionales. Para analizar los resultados a largo plazo, vale la pena revisar algunas cifras, en especial las cifras de pobreza, desempleo y desigualdad. Cifras de pobreza, desempleo y Gini: Un análisis a lo largo del tiempo Para entender el impacto de la dolarización en la economía ecuatoriana, es fundamental analizar las cifras de pobreza, empleo y desigualdad durante los años previos y posteriores a la medida. Pobreza : En 1995, la pobreza en Ecuador afectaba al 34% de la población, pero para 1999, antes de la dolarización, había aumentado al 69%. Luego de ello, desde la implementación de la dolarización, la pobreza mostró una tendencia estructural a la baja, con un 37,6% en 2005, antes del Socialismo del Siglo 21 (iniciado en 2007 y terminado en 2017), con un 34,8% en 2007, y un 25,6% en 2017. En 2024, tras 7 años de post Socialismo en Ecuador, se estima que la pobreza afecta al 25,2% de la población. Estos datos sugieren que, a pesar de los riesgos mencionados por Borja y Montúfar, la dolarización ha tenido un efecto positivo en la reducción de la pobreza en términos generales. Desempleo : Entre 1995 y 1999, el desempleo en Ecuador subió del 10% al 18%. Tras la dolarización, el desempleo se redujo en 5 puntos, alcanzando el 13% en 2005, previo al gobierno 2007-2017 del Socialismo de Ecuador, y convergiendo bajo 10%, a 9,3% justo antes del inicio de la denominada "Revolución Ciudadana" (RC) en 2007. Bajo cambios a las metodologías de medición, en 2017, el desempleo estaba bajo 5%, en 4,3%. Con las mismas metodologías intactas en el post-socialismo, en 2024 se calcula que se mantenga en un nivel similar, alrededor del 4,6%. Estos datos sugieren que, aunque la dolarización no resolvió completamente el problema del empleo en el corto plazo, la estabilidad que generó permitió una recuperación y reducción sostenida del desempleo en los años posteriores. Índice de Gini : El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribución del ingreso, pasó de 0,434 en 1995 a 0,481 en 1999, lo que refleja un aumento de 10.83% en la desigualdad antes de la dolarización. Tras la dolarización, el Gini no tuvo un ascenso, alcanzando 0,499 en 2005 y 0,498 en 2007, teniendo un aumento de 3.53% en 8 años (2007 vs 1999), con un aumento anual casi nulo. Tras la entrada del Socialismo del Siglo 21 en 2007, la desigualdad se redujo de 0.498 en 2007 a 0,468 en 2017, con una reducción de 6.02% en 10 años, con lo cual se puede decir que la reducción promedio anual durante el socialismo ecuatoriano también fue casi nula. En 2024, tras 7 años, el índice de Gini se espera que se mantenga alrededor de 0,47, lo que indica que, el aumento de la desigualdad en Ecuador post Socialismo es de 0.42% en 7 años, lo que implica, igualmente, que se tiene también un cero de crecimiento o decrecimiento en la desigualdad. Con ello, durante 25 años, y habiendo probado centros, izquierdas y derechas, se puede decir que la dolarización contribuyó a la estabilidad y la creación de empleo, y no afectó la desigualdad estructural en la economía ecuatoriana. Conclusiones El debate académico de 2000 sobre la dolarización en Ecuador, representado por las posiciones de Borja y Montúfar contra Salazar-Córdova, se centró en la tensión entre estabilidad y soberanía económica. Mientras que Borja y Montúfar advirtieron sobre los riesgos de la dolarización y la pérdida de control económico, los datos muestran que la medida ha tenido efectos positivos en la reducción de la pobreza y el desempleo, y no ha dado paso a un aumento de la desigualdad. Salazar-Córdova, como defensor de la dolarización, acertó al prever que la medida traería estabilidad a corto plazo, reducción de la pobreza a mediano plazo, y que tiene potencial, vía Diálogo, para acordar medidas entre izquierda, centro, y derecha, para generar inversiones públicas, privadas y comunitarias que en conjunto, logren derrotar la desigualdad estructural que sigue siendo un desafío significativo. Vale la pena mencionar que en entrevistas de ADN@+ a Salazar-Córdova como uno de los autores de la Dolarización y guardianes de la misma tras la caída del Presidente Mahuad, tanto en la Academia, como en la Presidencia de la República y el Ministerio de Economía y Finanzas hasta 2004 (hace 20 años), las críticas de los años 2000 de Borja y Montúfar sobre la falta de autonomía monetaria, pasados 25 años desde la puesta en práctica de la Dolarización, ya no son relevantes en el debate actual. Salazar-Córdova mencionó que, hoy por hoy, es especialmente crítico y necesario, el considerar a la dolarización como un incentivo en favor del Diálogo. Si los políticos de izquierda, centro y derecha la defienden, dicha "institución" será lo que logre resolver los problemas estructurales de la economía ecuatoriana. La vía, apunta Salazar-Córdova, es la del Diálogo de los sectores públicos, privados, sociedad civil, comunidades, academia y medios, y por supuesto, inversionistas extranjeros directos. En resumen, si bien la dolarización ha tenido efectos positivos en términos de estabilidad y reducción de la pobreza, y no ha exacerbado las desigualdades, su duración como un consenso real del país, le otorga la capacidad de ser la principal herramienta para convocar a un Diálogo con el cual el país acopie Dolarización, Derechos y Descentralización, de modo de crear Libertad, Liderazgo y Legalidad para crear competencias más autónomas, y mayor crecimiento político, ambiental, cultural, económico, y social, en los distintos pueblos y nacionalidades de Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos, en Ecuador. Quizá, 25 años más tarde, es tiempo de Descentralizar, para que los territorios ya consolidados en el uso del Dólar, puedan manejar su propia cartera de inversiones público-privadas-comunitarias, y puedan volver a dialogar, en interno, para generar acuerdos globales y locales para convenir el esquivo crecimiento. Tal como lo vemos en www.adnplus.co.uk , esto es necesario y quizá suficiente para que, con descentralización y autonomía, se reduzca la desigualdad. ... RECOMENDACIÓN FINAL: Este debate, el de la desigualdad y la descentralización, es -para ADN@+, el más relevante en la actualidad, especialmente en un contexto de crecientes desafíos tecnológicos que llevan a la necesidad de tener mayor agilidad en la búsqueda de un modelo económico más sostenible , no solo para Ecuador, sino para todos los países Andinos y Latino-Americanos.

DOLARIZACION: Borja y Montufar vs Salazar-Cordova. El debate de ECONOMIA en la PUCE en el año 2000
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