DEMOCRACIA CRISTIANA REAL
Tras escribir mi artículo de hoy, mismo que no lo he topado, por su sentido profundo sentido al escribirlo, a pesar de las buenas noticias de una real democracia cristiana, comento acá, en este nuevo artículo, sacado de un comentario aportado en el portal de ADN@+, el nuevo sentimiento que nos entrega la acción correcta de liderazgo moral ejercido por César Monge en la Asamblea de Ecuador, ejerciendo lo que todos podemos entender como un buen modelo de democracia, cristiana, y real. Hay cosas que no están bien, aunque se pinten de una forma social y se firmen bajo una forma de unidad, cristiana o no. He denominado a este artículo "Democracia Cristiana Real" porque CREO es algo que puede unir las tendencias social-demócratas, social-cristianas, demócrata-cristianas, socialistas, indigenistas, independientes, y liberales, en torno al país y su realidad. Se puede hacer una crítica desde mi querido Partido Social Cristiano, al cual profeso mucha empatía, aunque no soy afiliado, por ser de derechas, como yo. Igual simpatía la siento por CREO y he escrito, desde cuando se firmó el pacto entre ambos, en favor de su acción conjunta. CREO se ha retractado de un acuerdo post-electoral. El PSC se ha retractado de un acuerdo electoral. En lo primero, hay temas en las que es posible retractarse, porque no implican votación de las personas. En lo segundo no es dable retractarse, pues es un pacto tripartito, con el pueblo. En lo post-electoral es posible dar un paso al costado, desde las autoridades, sobre todo si se observa que faltaba análisis, información, y la que se estaba haciendo no iban en un sentido correcto para con la gente que votó a sus representantes; de hecho: pactar con el segundo no es necesario desde una perspectiva popular. El partido que quedó segundo en cualquier elección debe, igualmente, y por otro lado, aprender a hacer oposición constructiva y esperar hasta ganar elecciones para poder conformar un esquema de gobernanza; no es correcto desmembrar la alianza electoral del ganador en beneficio del perdedor. Ganar y perder, gobernar y ser opositor es el juego. Así es la democracia. Por lo mismo, el Partido Social-Cristiano, que llegó al poder con CREO, debería recapacitar para el día de mañana. Todavía puede retractarse sobre su ruptura de alianza. No puede, políticamente, a la luz del ojo público, romper con CREO para irse con UNES. Es ilógico. Las cosas se deben decir con claridad: no hay afinidad ideológica, no hay igualdad de principios, y si se desea cooperar para lo que todos los ecuatorianos queremos, no es necesario pactar. Se puede dialogar, se puede volver hacia atrás, dejar fuera de las alianzas al partido que quedó segundo, y cuadrar preferencias entre la derecha, la centro-izquierda y las comunidades representadas por Pachakutik. La votación alcanzada por Guillermo Lasso en la segunda vuelta debe ser el faro que ilumine aquello. El partido que quedó segundo ganó en la Costa y en una provincia de la Amazonía. En el resto de provincias de la Sierra y del Oriente, ganó CREO. Es lógico que se pacte en función de dicho voto, pues ese faro político indica lo que quiso el pueblo, la gente, la población, los votantes, los ciudadanos. El Partido Social Cristiano debe mantenerse 4 años en el pacto con CREO, pues así pactará para crecer en la Sierra y el Oriente. Ese es el Ecuador del Encuentro. No el de los partidos, sino el de los territorios. El partido que quedó segundo, así como los independientes podrán sumarse, ya en las votaciones de leyes, a los acuerdos que sean buenos para sus votantes costeños, serranos y del oriente; ya vendrán otros momentos para que como decía su líder: "ganen elecciones". UNES es un partido de mayoría en lo primero, la Costa, pero es un partido de minoría en lo segundo (la Sierra) y tercero (el Oriente). Más importante aún: UNES podrá sumarse, sin pacto, a lo que la mayoría real pidió: un programa de gobierno que fue votado democráticamente, y que ellos reconocieron. Sin pacto, podrán también hacer oposición, y plantear propuestas que igualmente podrán ser acogidas por el gobierno, desde su ideología, y serán leyes siempre que vayan en beneficio de la población. Ya es hora de dejar la vieja política atrás. Ya es hora de hacer un borra y va de nuevo en la política, de dejar todo en manos de la justicia, de forma independiente, y de que todos aquellos que tengan cuentas pendientes con la justicia paguen y queden libres. Ser reales es lo que se necesita ya. El virus es real, la pandemia también, la crisis igual, la falta de crecimiento y de inversiones lo mismo. Solo se pide que se aterrice y se actúe conforme a la realidad y el bien común.