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AVANZA EL FIN DEL COVID; TERMINA LA CANCION DE INVIERNO SOCIAL GLOBAL. VIVA LA PRIMAVERA GLOBAL!

Antes de empezar, lo invitamos como siempre a que hagamos un break, con audífonos y con pantalla lo más grande posible, quizá en la TV conectada al computador ó al teléfono móvil, si fuera posible, para mirar a Silvio Rodríguez y su "Canción de Invierno" (Tríptico, 1984), en esta versión que incluye su letra y su maravillosa música (que sobrepasa fronteras e ideologías, crisis, temporadas y ciclos)... Tríptico es el título del sexto álbum del cantautor cubano Silvio Rodríguez . Fue grabado en La Habana, Cuba, durante 1984 y lanzado como disco triple en homenaje al primer cuarto de siglo de la controvertida Revolución de dicho país. La música de Rodríguez quizá esté orientada a una dama específica, quizá casada, quizá soltera, quizá quién sabe qué... La podemos pensar, en pandemia, en la imagen de la cuarentena, la recesión, el invierno, y el vacío de un modelo que estaba ajeno al hogar y que ahora nos ha puesto a mirar hacia la sociedad fuera de lo individual, en salida, en abandono del modo pandemia, cuando ya nos quitamos las mascarillas en el mundo: en Asia y Africa, Australia, Europa y también en América... En el Norte todavía son días de frío, pero la sociedad ha llegado a trabajar en casa. En América Latina la tecnología ha llegado tarde y muchos hogares están agotados, cansados en lunes como si fuera ya un jueves. Sin embargo, trabajamos y nos cuidamos, con los muebles, el perro y nos comunicamos a diario con millones de ojos, gracias a la tecnología producida por el capital, la academia y la globalización: esa que sorprendió a la Revolución Cubana fuera de base. Pero ahí están, sus afines, como siempre, esperando su vuelta, pues con mucha razón presienten que nada ha cambiado: ¿o sí? Y desde la derecha, a sabiendas de lo mismo, desde las empresas, desde los trabajadores, se sabe que a pesar de la pandemia y el nuevo normal, nos espera lo mismo: el sueño de derrotar a la izquierda desde la derecha, y viceversa, como siempre ha pasado. Pero no, la lucha no es política, sino empresarial: no está entre los de izquierda vs los de derecha, sino entre los fracasos y los éxitos, la paciencia y la disciplina... Llegando a los 18, la Madurez Post Invernal, Post Pandémica Hoy -tras tantas idas y vueltas- somos ya casi una sola masa, sin derechas ni izquierdas, y en los hogares nos doblamos las mangas, nos recogemos el pelo, trabajamos y además invertimos: emprendemos tan libres como podemos, en la tarde de cada tarde y en la noche de cada noche: Trabajamos más en paz, quizás porque alguien dentro los millones de ojos disponibles en la red nunca nos vio con los ojos de la innovación de cada hora, por la que todos queremos dejar de estar presos del trabajo que no existe y queremos sentarnos luego de emprender y calcular, a cenar con nueva ilusión, dejando atrás todas las culpas por los errores de cálculo o de negociación. Sabemos que si no se tratan nuestros días con la ilusión del futuro, de seguro nos darán un peso mayor que nuestras fuerzas como sociedad. Así que a poner altos los ojos y aprovechar esta y cada tarde loca, hasta que el modelo de negocios deje de ser débil y tapemos de emoción nuestra boca. Cuando todo pase, con esa misma emoción, nos enfrentaremos a la realidad del mercado: y tras los rechazos nos creeremos menos seguros, pero sabremos algo, todos... Quizá erremos cada uno, una y otra vez, pero la sociedad estará más segura como conjunto. Cada uno habremos buscado nuestro mejor interés y aquello habrá conducido hacia el mejor interés social... Y en algún momento, a nuestro éxito como sociedad anónima, sociedad por acciones, o compañía limitada. Mientras ese equilibrio se sigue construyendo de tanto en tanto, todos continuaremos con nuestras horas: revolviendo cenizas del modelo de negocios quemado en el mercado verdadero, para volver a pensarlo, proponerlo, armarlo, y dejando pasar tiempo (reinvestigando) para que los parámetros vuelvan a ser recalculados... Así, todos nosotros seguiremos, presintiendo muy dentro pasiones de negocios prohibidas por los monopolios y por los reguladores, pero no importa: conocer las restricciones es conocer el negocio... Lograremos salir de la mentira de la competencia y la mentira del bienestar que desde el mercado y el estado nos ofrecen los políticos para ser felices y crearemos nuestra serie de verdades en estrategia, en hoja de ruta... Nosotros seguiremos desde nuestro ADN@+ de aceleración, diálogo y negocios avanzando, cooperando, conversando juntos, acá y en cada interacción, hasta lograr que un deseo conjunto se meta en nuestro lecho común de utilidades. Quizá nos emocionemos en lo personal, y decidamos dialogar con un tercero, un cuarto, quinto, o sexto punto de vista del colega, el amigo, la persona familiar, y la ajena, y luego de escucharla reflexionemos, rápido y lento: mas... ¿qué estás pensando?. Talvez al recibir nueva información de diálogo nos tapemos el pecho, para no invertir, no meterle esfuerzo, cuidar el tiempo, "las lucas" y/o el voto, descartar, y no nos atrevamos y todo quede en una buena idea. Pero no importa: todo esto puede pasar y pasar, y seguir pasando, hasta que nos toque el día, hasta que llegue la idea correcta, pues necesitaremos -eso sí- pagar las cuentas de cada mes y quedar bien con todo: con el estado y sus impuestos, el mercado y sus precios y costos, la comunidad y sus reglas, el club y sus normas, los medios y su verdad, las redes y la suya propia, la academia y la verdad "certificada", y lo global con su incertidumbre. Quedaremos bien con todo lo que sea el trabajo y a la par seguiremos construyendo el emprendimiento bajo el nuevo normal de los negocios, que no serán permanentemente solo el quedar bien nuestro como sociedad anónima, ni siempre con nosotros mismos solamente en la línea individualista, sino el lograr invertir con impacto. La pandemia nos ha generado oportunidades y toda clase de angustias, pero en neto, la misma nos ha desnudado y nos ha puesto a hacer lo que nos es necesario para cada hogar: crear una angustia buena. La pandemia y sus cuarentenas han sido el precio de ser nosotros mismos como personas, hogares, como barrio, como familia extendida, como ciudad, país, como cuerpo social, más cohesionado, más resiliente. La pandemia va terminando -sin embargo- y se nos va terminando la excusa de no tener los medios, así que nos llega el tiempo de hacer realidad nuestros mejores deseos, tras haber pasado el sobrevivir y llegar el futuro para ser felices -como nos enseñaron, con la misma resiliencia, nuestros padres y los que nos dejaron luchando-. Así que la pandemia nos deja ya maduros y listos para no hacer de la lástima por un negocio, una pérdida fortísima, o una ilusión electoral quebrada "Amores Eternos". La pandemia, más allá de las amenazas de nuevas pandemias y guerras, no nos lleva a otro lugar sino al camino de salida: a avanzar, a reinventar, a rehacer, a competir, hasta la primavera en el norte y el otoño en el sur, dejando atrás, a la larga, todo invierno y preparándonos en preventiva para el siguiente iceberg. Salimos y saldremos siempre adelante: Cuidado y nos descuidamos y nos tape de nuevo el invierno! Está en nosotros dejar atrás como personas, como individualidades, la Crisis. Pero también está en nosotros el crear el nuevo futuro liberal. Dejaremos atrás la Canción de Invierno con la que nos presiona la sociedad facilista del estatismo, y triunfaremos sobre el pesimismo que nos quita la libertad y nos puede tapar desde la política, como el invierno. La salida está en nosotros, ojo!... Si nos equivocamos y nos relajamos en lo libertario, quizá sea esta -de Silvio y Cuba, en su revolución de décadas- nuestra realidad: "Es día de frío Y llegas a casa. Llegas de la tarde Cansada de un jueves. Los muebles, tu perro Y millones de ojos Están, como siempre, Esperando tu vuelta, En la que presientes Que nada ha cambiado Te espera lo mismo, El sueño pasado. Recoges tu pelo Tan libre en la tarde Quizás porque alguien Nunca lo vio preso. Te sientas y cenas Y todas las culpas Te dan con un peso Mayor que tus fuerzas Y pugnan tus ojos Y esta tarde loca Hasta que eres débil Y tapas tu boca. Cuando todo pasa Te crees segura Mientras con tus horas Revuelves cenizas Presientes muy dentro Pasiones prohibidas No importa mentirse Para ser felices Hasta que un deseo Se meta en tu lecho Mas, qué estás pensando? Te tapas el pecho. Pero necesitas Quedar bien con todo Todo que no sea Bien contigo misma. La angustia es el precio De ser uno mismo. Mejor ser felices Como nuestros padres Y hacer de la lástima Amores eternos Hasta que, a la larga, Te tape el invierno" (Silvio Rodríguez). NO NOS DEJEMOS COMER POR LA MÁQUINA... AVANZA EL FIN DEL COVID; TERMINA LA CANCION DE INVIERNO SOCIAL GLOBAL. VIVA LA PRIMAVERA GLOBAL! https://www.adnplus.co.uk/plans-pricing Fuera de guerras y nuevas pandemias: vamos adelante... ¡Está en nuestro comando salir en todo tiempo y circunstancia! Dejemos atrás las Canciones de Invierno y traigamos por nuestra libertad y emprendimiento nuestra propia Música, nuestra propia Primavera!

AVANZA EL FIN DEL COVID; TERMINA LA CANCION DE INVIERNO SOCIAL GLOBAL. VIVA LA PRIMAVERA GLOBAL!
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